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miércoles, 2 de noviembre de 2011

Los Expertos ofrecen consejos para reducir el riesgo de cáncer de las carnes a la barbacoa


Una investigación muestra que unos pequeños cambios al asar la comida pueden resultar muy importantes para prevenir el cáncer
LUNES, 13 de junio (HealthDay News/HolaDoctor) — Los amantes de la barbacoa no tienen que abandonar sus planes de utilizar sus parrillas este verano, a pesar de las investigaciones que han relacionado el cáncer colorrectal con el consumo de carne roja y procesada, afirman los expertos.
Investigadores del Centro Oncológico MD Anderson de la Universidad de Texas afirman que unos pequeños cambios en lo que la gente cocina a la parrilla y cómo lo hacen podría reducir mucho el riesgo de cáncer.
“La buena noticia es que se puede hacer algo para reducir el riesgo de cáncer colorrectal”, señaló en un comunicado de prensa Sally Scroggs, gerente de educación en salud del Centro de Prevención del Cáncer del MD Anderson. “Y hacer unos cuantos ajustes cuando se cocina a la parrilla puede desempeñar un papel en la prevención”.
Ofreció los siguientes consejos para una barbacoa más saludable.

  • Evite los perritos calientes y otras carnes procesadas. Las carnes procesadas, como la tocineta, el jamón, el salami, las salchichas y los perritos calientes, pueden aumentar el riesgo de una persona de cáncer colorrectal, y no se deben incluir en el menú. Los agente cancerígenos se forman cuando estas carnes son conservadas, y pueden dañar el ADN de las personas, según el Instituto Estadounidense de Investigación sobre el Cáncer (American Institute for Cancer Research).
  • Reduzca la carne roja. Comer demasiada carne roja, como filetes o hamburguesas, puede aumentar el riesgo de cáncer de una persona. En su lugar, ase pescado y pollo sin piel, y limite su consumo de carne roja a tres porciones de 170 gramos (seis onzas) por semana.
  • No queme la comida. Evite quemar o chamuscar la carne, las aves o el pescado a altas temperaturas. Al quemarse, se forman aminos heterocíclicos (AHC), que pueden dañar los genes de una persona y aumentar el riesgo de cánceres de estómago y colorrectales. Untar la parrilla con aceite, cocer la comida entre dos y cinco minutos en el horno o microondas para reducir el tiempo de cocción, reducir la temperatura de la parrilla (usando briquetas de barbacoa o madera dura como el nogal americano en lugar de virutas de pino) y limpiar la parrilla tras cada uso ayuda a reducir la exposición a los AHC.
  • Incluya carne marinada en el menú. Marinar la carne en jugo de limón, vinagre e hierbas como la menta, el estragón, el romero o la salvia durante al menos treinta minutos puede reducir la formación de los peligrosos AHC en hasta 96 por ciento.
  • Elija cortes magros. Elimine la grasa o elija cortes magros de carne para reducir la exposición a los hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP) que causan cáncer, que se forman en el humo cuando la grasa gotea en la parrilla.
  • Ofrezca opciones vegetarianas. Las frutas y las verduras se pueden asar junto con la carne, o en lugar de ésta.
“Para algunos entusiastas de la parrilla, estos cambios podrían resultar difíciles al principio”, anotó Scroggs. “Pero actualizar la forma en que se usa la barbacoa podría significar que podrá seguir disfrutándola durante muchos veranos”.
FUENTE: healthfinder.gov


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