Las ciruelas son una buena fuente de vitamina E, que actúa como antioxidante, esto es, protege a las células del daño causado por los radicales libres, lo cual además ayuda a retrasar el envejecimiento. También contienen otros nutrientes como potasio, hierro y vitamina B6.
El potasio, entre otros beneficios ayuda a eliminar los líquidos retenidos, por lo que las ciruelas –frescas- son también buenas aliadas en las dietas de adelgazamiento.
La vitamina B6, entre otras funcionas, ayuda a mantener altas las defensas del organismo y a mantener el sistema nervioso en buen estado.
Existen numerosas variedades de esta fruta morada: cerca de 2 mil. Las ciruelas no sólo se pueden consumir frescas, sino también pasas o desecadas: en este caso contienen un nivel más concentrado de azúcar y, en consecuencia, más calorías.
Las ciruelas pasas son ricas en fibras, por lo que son útiles para aliviar el estreñimiento y agilizar los intestinos.