La naturaleza nos ha otorgado una gran variedad de alimentos que son no sólo ricos, sino que tienen propiedades muy beneficiosas para la salud.
En esta ocasión vamos a hablar de las múltiples virtudes de la espinaca. Entre los numerosos beneficios de incluir espinaca en nuestra dieta, no se encuentra precisamente la fuerza extraordinaria que le daba a Popeye el marino, pero sí podemos contar con que es un antioxidante por excelencia y así prevenir el envejecimiento prematuro.
Además de su alto contenido de fibra, por lo cual es un laxante natural, la espinaca tiene mucha vitamina A, C, B, E y F gracias a las cuales tiene propiedades cicatrizantes, tonificantes y vigorizantes.
Estudios científicos ha comprobado que la espinaca es buena para tratar la ceguera ya que contiene luteína. Esta sustancia ayuda a formar un pigmento muy importante para la protección de los ojos.
La espinaca también posee una gran cantidad de ácido fólico, el cual es parte formadora de la sangre. La falta de ácido fólico puede causar depresión ya que su deficiencia reduce los niveles de serotonina en el cerebro. Por eso si sufres de insomnio, falta de memoria o irritabilidad es posible que tengas el ácido fólico bajo y consumir espinaca te ayudará a restablecerlo.
En temas de belleza la espinaca también se usa para la preparación de mascarillas faciales remojando unas hojas en leche caliente y envolviéndolas en una gasa que colocarás sobre el rostro por 10 minutos.
Recuerda que para aprovechar mejor las propiedades de la espinaca se deben consumir sus hojas crudas. Así que cuando prepares la ensalada para el almuerzo no te olvides incluir algunas hojas de espinaca.
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