Los higos, cuyo nombre científico es “Ficus Carica”, son una fruta típicamente mediterránea que durante siglos ha sido muy apreciada por diferentes culturas. Se pueden tomar frescos o secos y poseen propiedades nutritivas que los hacen indispensables en dietas de niños, deportistas y mujeres embarazadas. Siempre se ha dicho que dan mucho juego en la cocina y pueden utilizarse como un ingrediente exótico en salsas. Resulta un excelente acompañamiento para cualquier tipo de carne asada o de caza. Su combinación con el cerdo y el pato resulta perfecta. Como postre, se pueden tomar solos o en preparaciones más sofisticadas. |
El fruto fresco está compuesto por un 80% de agua y un 12% de azúcar. Una vez seco, estas proporciones varían fuertemente a menos de un 20% y más de un 48%, respectivamente. Sus características nutricionales se potencian una vez secos.
Su origen se remonta a siglos antes de Cristo e incluso fueron considerados como manjares en la época de la Grecia Clásica. Ya en el mismo Génesis de la Biblia, se narra cómo Moisés mandó a unos exploradores a reconocer la tierra de Canaán y estos volvieron con diferentes frutos, entre ellos higos. Pero fue en la Grecia clásica donde los higos suponen uno de los alimentos esenciales de su civilización.
Esta fruta también fue el manjar predilecto de Platón, de hecho se le conoce como la fruta de los filósofos. Galeno los aconsejaba a los atletas e Hipócrates los usaba para combatir los estados febriles. Por su parte, los bereberes los consideran un símbolo de fecundidad y resurrección.
Muy saludable
El higo maduro es muy digestivo porque contiene una sustancia especial llamada Cradina. Tanto secos como frescos, los higos son un excelente tónico para las personas que realizan esfuerzos físicos o intelectuales. Este fruto contiene también cantidades variables de pentosanas y de ácido cítrico, málico y acético. Poseen una cantidad de azúcar superior al resto de las frutas, de ahí que su valor calórico sea muy parecido al del plátano o la uva. Es pobre en grasas y en proteínas, pero rico en agua, minerales y fibra.
También es un buen emoliente, un suave laxante, un buen diurético y un excelente pectoral. Por todo ello, los higos son recomendables para los niños, adolescentes, mujeres embarazadas, intelectuales y deportistas.
Su piel puede ser verde, blanca o morada pero, para saber distinguir si está en su punto de madurez, popularmente se dice que, debe tener el cuello del ahorcado, ropa de pobre y ojo de viuda. Esto quiere decir que el rabo del fruto debe estar seco, la piel arrugada y al abrirlo debe desprender una lágrima de almíbar.
Es un fruto claramente estacional debido a la naturaleza silvestre de la higuera. Aunque perduran hasta bien entrado el mes de octubre, los mejores son los de septiembre.
Durante siglos, esta fruta ha sido considerada erótica, ambivalente y simbólica. Ambivalente porque, por ejemplo, para la cultura judeocristiana tenía analogía con el órgano sexual femenino, sin embargo, para los árabes, era análoga con el órgano masculino.
Al cortar los higos de la rama del árbol, estos desprenden un líquido blanquecino. Antiguamente, esa savia que se desprende del fruto se asociaba con el semen. Además era utilizada como ungüento contra esterilidad y para favorecer la lactancia.
Fruto de la higuera. Se trata de árbol mediano, de hojas ásperas. Una vez plantado, tarda unos 5 años en entrar en producción y su longevidad supera los 100 años. Es un tipo de árbol que crece en zonas de escasez hídrica y salinidad.
Algunas higueras cultivadas producen dos cosechas, una de brevas en primavera, de mayor tamaño, y otra de higos en otoño.
El higo es color verde, púrpura o azulado y de tamaño variable. Requiere un clima templado, no soporta bien las temperaturas bajas, aunque si aguanta períodos largos de sequía.
Existen alrededor 600 variedades de higos. La estación de mas producción es el verano. Las principales variedades son: Kadota, Adriatic, Calimyrna y Mission. California y Turquía son los principales productores.
Una fruta de 250 gramos proporcionará unas 1.300 calorías y alrededor 12 gramos de proteínas.
Los higos tienen el contenido de azúcar más alto que cualquier otra fruta . Además poseen vitaminas A, B1, B2, B3 y C y Hierro.
Los higos tienen muchas cualidades expectorantes por lo que, cuando se está constipado, resulta muy beneficioso tomar infusiones de este fruto.Basta con poner a cocer en el agua necesaria para una tisana unos dos o tres higos. Cuándo estos estén blandos, se cuela el líquido resultante de la cocción y se toma caliente a modo de infusión.
Como ocurre con la mayoría de las frutas, el higo es un fruto de temporada. Sin embargo, no hay porqué renunciar a disfrutar de su sabor el resto del año.
Para conservarlos basta con elaborar un almíbar ligero a base de agua y azúcar, según el gusto personal. Después se introducen los higos en botes y se cubren con ese almíbar. Bastará hacer el vacío a los frascos para que los higos duren hasta la temporada siguiente.
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